El mercado medieval se celebra en Elche durante dos fines de semana; del 24 al 26 de octubre y del 31 de octubre al 2 de noviembre. Lo podemos encontrar en las calles más céntricas de la ciudad, alrededor de la Plaza de María Cristina.
Acompañados por la música medieval que recorre las calles, encontramos tabernas y tascas donde podremos deleitarnos con manjares propios de reyes; carnes a la brasa, kebabs, crepes, etc. Los artesanos hilan y tejen para nosotros, mientras que los espectáculos se suceden entre llamaradas de fuego y bailes de época. La gente se agolpa alrededor de los puestos, buscando los objetos deseados; pulseras, collares, marcapáginas, figuras, etc. Además, encontraremos puestos dedicados a presentes más especiales; elementos malabarísticos (cariocas, diábolos, bolas, etc), platerías…
Para los que de tanto andar se les termine por abrir el apetito, pueden pasar de largo ante las tascas y decantarse por manjares caseros y procedentes de diferentes países; pastas árabes (si les gusta la miel, no se las pierdan), hogazas de diferentes panes (con frutos secos, con nueces, con pasas…), gominolas artesanales, quesos, embutidos…
No teman, porque para los más golosos nos (no puedo dejar de incluirme) está reservado lo mejor; puestos con lágrimas de chocolate (blanco, negro, con avellanas, con pistachos, nueces, menta, fresa…). Tengan paciencia, pues la cola que siempre rodea a este puesto es más que considerable.
¿Lo malo? Además de los precios, que son bastante elevados, la cantidad de gente que parece ponerse de acuerdo para acudir a la cita hace imposible dar más de dos pasos sin chocarte con algún despistado. Y del tema de los carricoches mejor ni hablamos; a los niños o se les lleva en brazos o se tiene un poco de cuidado con el carrito, porque luego nuestros tobillos sufren las consecuencias.
Pero por todo lo demás, una buena manera de pasar el tiempo. Preparen sus bolsillos y, eso sí, intenten no detenerse cerca de las tabernas donde asan carne (por aquello de que luego llevarán el “delicioso” olor a humo impregnado en su ropa).
Ya saben, el fin de semana que viene no pueden faltar a la cita.
El Periscopio Indiscreto.
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Cinéfilas dijo...
Hola, me ha gustado mucho vuestro reportaje del mercadillo medieval. Todos los años voy a dar una vuelta por él, y me sorprende mucho la gente que recibe. A pesar de que siempre suele estar muy lleno, como vosotros comentáis, sigue siendo una gozada verlo. Saludos.
26 de octubre de 2008, 21:58